¿Juntos por siempre?

07.09.2018

él solo me observaba, nos sentamos juntos y comenzó nuestro idílico amor...  

Lo conocí por intermedio de unas amigas en el verano, un par de besos y nada más, al comenzar el cuarto medio para mi sorpresa entra a mi sala de clases, era el nuevo del curso nos miramos y supe en ese preciso momento que sería más que un compañerito más.

Conversamos de nuestros proyectos de lo queríamos hacer saliendo del colegio, yo le conté que sería actriz, que quería hacer novelas o hasta una película, él solo me observaba, nos sentamos juntos y comenzó nuestro idílico amor, ese amor de adolescentes, loco, apasionado lleno de aventuras para él y para mí, estábamos todos los días juntos, yo me proyectaba que fuera el padre de mis hijos y el que yo la madre de los suyos, así pasaron los meses, juntos por siempre.

Un buen día, una de mis "amigas" me dice 
¿Porque me he alejado de ellas?, que ya no soy la misma, que él me tiene prisionera... ¡Que estupidez!, ¡que ridículas!, sigo siendo la misma junto a mi amor.

En una oportunidad salimos a dar una vuelta con mi Love y me sonó el celular, yo quise contestar, pero me lo quito, me reviso el whatssap, yo como cualquier niña de 17 años tenemos plagadas de conversaciones con amigos o amigas, él se molestó y me empujo, obviamente que me asuste y le dije que me perdonara que nunca más lo haría. Me pidió las claves de mis redes sociales y yo como no tenía nada que ocultar se las di, total con él me siento protegida, me ama.

Como no me di cuenta antes, que de aquel episodio de celos, debería a ver hablado con alguien, con mi mamá o mi papá, solo omití porque pensé que era algo pasajero y porque lo quiero.

Así trascurría el tiempo, en una oportunidad una de mis pocas amigas que me iban quedando (porque nunca entendí, solo hasta hoy él porque estaba sola), me invito a salir a un carrete, fui sin avisarle a mi chanchito y bueno llego a buscarme, estaba medio pasado en trago, me tomo del brazo y me zamarreó, me pego una cachetada, me golpeo muy fuerte, después lloro y me pidió disculpa había tenido un problema en su casa y obvio yo lo comprendí como tan mala novia, a parte yo salí sin avisarle.

Entre tanto, mis días pasaban en casa, viendo televisión, no quería que mi gordito se fuera a molestar conmigo, comencé a engordar, fue raro pues yo ¡era delgada!, me caían mal los alimentos, vomitaba mucho... ¿Creo que estoy embarazada? le dije a mi vida, pensando que se alegraría al igual que yo, como siempre me dijo que quería que fuera la madre de sus hijos, me miro de una forma distinta, su cuerpo se transformó, era una bestia, me grito porque no me cuide, me pregunto si estaba segura que era de él, que le estaba arruinando la vida y sin más que una fracción de suspiro, me lanzo al piso, me pateo, la sangre comenzó a salpicar desde mi boca, me vi entre sus manos las cuales rodearon mi cuello y apretaba, yo trate de gritar y no pude, a medida que el oxígeno ya no entraba a mis pulmones y mi luz se apagaba, recordé aquella amiga que me dijo que no era para mí, recordé algún sermón de mis padres que no me veían bien, en esa fracción de respiro que me quedaba, me di cuenta que debí escuchar, que debí alejarme, debí hablar, ahora, ya es tarde, mi historia saldrá en el noticiario y no por cumplir mi sueño de ser actriz.

En Chile, a estas alturas del año ya llevamos 27 asesinatos, 27 FEMICIDIOS, no queremos que se continúe engrosando esta lista, basta, no más!!!  

Escrito por Tamara Keim 

© 2018m Todos los derechos son reservados.
Creado con Webnode Cookies
¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar